Senda Urbana
Falconera-Les Roques
senda naranja
Punto de salida y llegada: Plaça de les Fonts
Distancia: 2,12 km.
Tiempo estimado: 1 hora.
Desnivel máximo: 19,3 m.
Dificultad técnica: Fàcil.
Como llegar:
L’Urbanet. Linea 3. Parada C/ Ciutat de Laval. Frecuencia de paso: 30 min. A partir de aquí 6 min. hasta el inicio de la senda.
Safor-bici .Estaciones más próximas: Rois de Corella, Pont de Beniopa i Antic Hospital.
Más allá la línea litoral y la llanura, la Senda Naranja es el itinerario idóneo para contemplar la orografía del municipio que domina y enmarca el paisaje de la ciudad con las cumbres del Mondúver y el Molló de la Creu. Un recorrido por caminos rurales de tierra y grava para conocer de cerca la geología, la geomorfología y los procesos que intervienen en el modelado del relieve que circunda la ciudad.
Plaza de las Fuentes
El itinerario comienza en la Plaça de les Fonts (Plaza de las Fuentes) (final del paseo Germanías). La plaza es un mirador donde contemplar toda la cordillera que rodea la ciudad, un relieve y orografía con montañas altas y despuntadas donde destacan las cumbres del Molló de la Creu (451m) y la siempre omnipresente cima del Mondúver, que con sus 841 metros destaca sobre los demás.
Gandia se caracteriza por poseer un relieve con unos contrastes muy grandes, sin casi zonas de transición. El área montañosa se divide en tres zonas; al oeste, la sierra del Mondúver con un relieve abrupto y pendientes muy pronunciadas frente al relieve más suave del este, de formas bajas y erosionadas, con cumbres como la montaña de Santa Ana (108 m) o la de San Juan (108 m).
La zona central, también de relieve abrupto, está formada por la sierra Falconera con la emblemática cima del Molló de la Creu. La marcha continúa a la izquierda por el barranco de Beniopa hasta situarnos frente al depósito de aguas de Beniopa.
Depósito de aguas de Beniopa
Un viejo pino canario, con más de 125 años, nos indica la entrada al colorido recinto de finales del siglo XIX formado por un aljibe, una balsa de riego y una casona que tradicionalmente se ha utilizado para regar los cultivos del término municipal, como abrevadero de animales y para suministrar agua potable al pueblo de Beniopa y parte de la ciudad de Gandia.
Fenómenos cársticos
En el camino que rodea el colegio Los Naranjos por la izquierda, encontramos un pequeño jardín con un panel interpretativo que nos cuenta con detalle todo lo relacionado con el suelo calcáreo y los fenómenos cársticos, muy frecuentes en la Safor, que han hecho de su geografía un recurso para los amantes de la práctica de la espeleología.
Al atravesar por bajo el puente de la circunvalación, encontramos un rincón de almendros y otros cultivos de secano. No hay que olvidar que hasta principios del siglo XX la mayor parte de los cultivos de la comarca eran de secano, con una etnografía relacionada con esta particularidad que queda plasmada en los tipos de vivienda, las canciones, las danzas y otras manifestaciones culturales.
A partir de aquí, la senda discurre paralela a la carretera de circunvalación y deja a la derecha la Serra de la Falconera, una cordillera que alberga lugares de gran importancia arqueológica como la cueva de las Maravillas; y espeleológica, con cuevas y simas donde encuentra refugio el murciélago, tal y como nos cuenta el panel situado antes de volver a cruzar la carretera por debajo, que habla de este mamífero volador y nocturno, emblema simbólico del pueblo Valencia.
Nuestros pinos
De nuevo entre campos de naranjos, una parada cerca de l’Alquería dels Rubio permite apreciar y diferenciar las características de los tres tipos de pino que pueblan el territorio: el pino blanco (Pinus halepensis), el pino marítimo (Pinus pinaster) y el pino piñonero (Pinus pinea). El más abundante en la zona es el pino blanco, ya que soporta mejor estos suelos calcáreos.
La Senda Naranja finaliza en este punto, desde aquí se puede llegar al punto de partida si continuamos la calle Llarguer y giramos a la izquierda hasta el Paseo Germanías; pero recomendamos dar un paseo fuera del itinerario propio de esta senda para visitar el convento de las Esclavas y la Ermita y mirador de Sant Antoni.
Ermita y Mirador de San Antonio
La Ermita preside el Racó de Sant Antoni y está situada en la colina que se alza a la derecha. Para acceder, hay que entrar en la zona ajardinada donde un camino con escalones asciende hasta la cima.
El oratorio es un bello edificio de arquitectura popular que data del siglo XVI. A principios del siglo XX se encontraba en estado de semi abandono hasta que en 2004 el Ayuntamiento de Gandia inició las obras de restauración y recuperación tanto de la ermita como del entorno que le rodea, un excelente mirador sobre Gandia y sus alrededores.
Bajamos para continuar la marcha por el casco antiguo de Benirredrà, donde un bien conservado centro histórico, nos descubrirá el tipismo de las calles de un pueblo que ha sabido preservar su identidad con viviendas y casonas muy interesantes.
Convento de Las Esclavas
El edificio del noviciado de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, conocido popularmente en Gandia como Les Esclaves, fue construido por el bilbaíno Enrique Espalza, y está considerado como uno de los mejores ejemplos del eclecticismo de los inicios del siglo XX.