Este barranco recibe diferentes nombres a lo largo de su recorrido: Barranc de Borrell en la parte alta, Barranc de Beniopa a su paso por Gandia y Barranc de Sant Nicolau en la parte más baja, donde finalmente desemboca en el barrio del Grao. Con un tramo total de 14 kilómetros, el barranco recoge las aguas de la Serra Grossa, del sur del Mondúver y de la Serra Falconera. Se trata de un barranco relativamente corto, pero con una gran cuenca que le permite albergar un caudal de agua muy importante y producir fuertes inundaciones como las sufridas en 1987. Bordeamos el barranco por el borde izquierdo hasta llegar a un gran terreno urbanizado sin edificar.

La calle Mondúver llega al Calvario, una escalinata blanquecina en forma de zigzag, enmarcada por cipreses. El ascenso sigue las quince estaciones con imágenes de la Pasión de Jesús. Antes de subir, se puede optar por hacer un recorrido circular, atravesando el bosque de pinos, o ir directamente por la vertiente norte hasta llegar a la ermita. La primera opción del pinar es la más interesante a nivel paisajístico con pinos piñoneros, pinos blancos, así como arbustos propios del matorral mediterráneo: la coscoja, el lentisco y el brezo de invierno.

La Ermita de Santa Anna está sobre una pequeña colina. Aunque el templo original databa del siglo XIV, el actual edificio es el resultado de una profunda reforma efectuada en el siglo XVIII que transformó el templo con un revestimiento y decoración barroca y neoclásica, tan frecuente en las tierras valencianas. Una de las piezas más interesantes de la ermita es la imagen original de Santa Anna, una talla en madera de pino blanco datada en la segunda mitad del s. XIV, de estilo gótico popular valenciano que se conserva en el edificio de las Escuelas Pías de Gandia.

En esta ermita y durante la Nochebuena tiene lugar la representación de un drama litúrgico de melodía gregoriana llamado Cant de la Sibil.la, un antiguo canto medieval recuperado recientemente.

Detrás de la ermita hay un pinar con una buena representación del bosque mediterráneo que continúa por una pista forestal. Ya en terreno descubierto, y de solana, entramos en el dominio de las plantas aromáticas y ruderales.

Una vez hemos caminado unas decenas de metros a la derecha de la pista, tenemos la opción de subir por un estrecho sendero que nos llevará a un antiguo puesto de vigilancia forestal donde podremos disfrutar de unas excelentes vistas de las montañas de La Safor y del Castillo de Bairén.

Volvemos atrás para incorporarnos de nuevo a la pista forestal por la que veníamos, hasta llegar a un gran mirador situado a nuestra izquierda, donde admiraremos vistas panorámicas de la ciudad. La vista que se puede disfrutar desde el mirador del parque periurbano comprende en primer término el barrio de Santa Anna, un barrio de casas modestas de poca altura. Integrada en este barrio se encuentra la pasarela metálica que sube hasta el parque. En la panorámica distinguimos claramente el barranco de Beniopa, que separa el barrio de Santa Anna del resto de Gandia. Antes de cruzar el barranco, podemos ver un gran pino blanco que nos indica dónde se encontraba la demolida Alquería de la Romaguera. En la margen derecha del barranco comienzan las edificaciones de la ciudad de Gandia y, al fondo, podemos apreciar en un día claro, el mar y el Montgó.

Continuamos el sendero hacia la derecha para bajar por la misma pista forestal. En el recorrido encontraremos información sobre las plantas singulares del camino y algunos espacios habilitados como merenderos.

Finalmente, y al atravesar la pasarela de hierro que nos conduce a los callejones de este popular barrio, damos por finalizada esta senda.